Recuerda con nostalgia su paso por el Athletic de Bilbao
Joseba del Olmo de jugar en Primera a no poder hacerlo en Segunda B
El vasco ha vivido en el Eibar una pesadilla a nivel individual pese al ascenso de su equipo a Segunda
De jugar en Primera a no poder hacerlo en Segunda B. La vida de Joseba del Olmo
(Barakaldo, 1981) ha dado muchas vueltas en los últimos tiempos. El
extremo, que llegó a la élite hace cinco temporadas, ha vivido este año
una auténtica pesadilla. "A nivel individual he pasado por mi peor
momento por las lesiones y la poca confianza que ha depositado en mí el
míster", reconoce en declaraciones a MARCA.com.
El de Barakaldo, que llegó al conjunto armero tras jugar en Ponferradina y Hércules, no ha gozado durante esta campaña de las oportunidades necesarias. "Es cierto que tenemos que estar muy contentos a nivel colectivo con el ascenso final, pero en lo que a mí me respecta ha sido todo lo contrario. Puro contraste", se lastima. El atacante ha pasado de ser conocido por todo el mundo en las calles, de salir en los medios, de jugar en el equipo de su vida... a ser suplente en la división de bronce. Una lección que le ha hecho madurar.
"Al final, dentro de lo rara que ha sido mi carrera, también se puede decir que ha sido más o menos natural. Yo comencé a jugar desde abajo. Llegué a San Mamés tras ganarme el puesto en Tercera y Segunda B, categorías donde después me ha tocado volver a jugar. Me enamoré del fútbol empezando desde ahí, así que creo que todo es bastante coherente", cuenta el futbolista desde la playa, donde intenta despertar en sus vacaciones del mal sueño armero.
Seguirá en la banda
El interior izquierdo, que se vistió la rojiblanca del Athletic gracias a sus buenas actuaciones en Eibar y Sestao, no quiere despedirse del fútbol con un trago amargo. Por eso, Del Olmo ha aceptado una oferta de un conjunto de Segunda B para seguir ligado al mundo del fútbol. "No quería decir adiós de esta manera, así que intentaré despedirme con buenas sensaciones. Me han llamado porque confían en mí y espero devolver toda esa ilusión", asegura. El vasco, que se enteró de que no seguiría en el Eibar tras colgar el club una nota en su página web, prefiere por respeto no desvelar su nuevo destino. Aunque no duda en mostrar sus verdaderas intenciones: "sólo busco disfrutar de mi gran pasión, el fútbol".
El de Barakaldo, que llegó al conjunto armero tras jugar en Ponferradina y Hércules, no ha gozado durante esta campaña de las oportunidades necesarias. "Es cierto que tenemos que estar muy contentos a nivel colectivo con el ascenso final, pero en lo que a mí me respecta ha sido todo lo contrario. Puro contraste", se lastima. El atacante ha pasado de ser conocido por todo el mundo en las calles, de salir en los medios, de jugar en el equipo de su vida... a ser suplente en la división de bronce. Una lección que le ha hecho madurar.
"Al final, dentro de lo rara que ha sido mi carrera, también se puede decir que ha sido más o menos natural. Yo comencé a jugar desde abajo. Llegué a San Mamés tras ganarme el puesto en Tercera y Segunda B, categorías donde después me ha tocado volver a jugar. Me enamoré del fútbol empezando desde ahí, así que creo que todo es bastante coherente", cuenta el futbolista desde la playa, donde intenta despertar en sus vacaciones del mal sueño armero.
Seguirá en la banda
El interior izquierdo, que se vistió la rojiblanca del Athletic gracias a sus buenas actuaciones en Eibar y Sestao, no quiere despedirse del fútbol con un trago amargo. Por eso, Del Olmo ha aceptado una oferta de un conjunto de Segunda B para seguir ligado al mundo del fútbol. "No quería decir adiós de esta manera, así que intentaré despedirme con buenas sensaciones. Me han llamado porque confían en mí y espero devolver toda esa ilusión", asegura. El vasco, que se enteró de que no seguiría en el Eibar tras colgar el club una nota en su página web, prefiere por respeto no desvelar su nuevo destino. Aunque no duda en mostrar sus verdaderas intenciones: "sólo busco disfrutar de mi gran pasión, el fútbol".
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